Hace poco tuve la oportunidad de pasar una mañána en una bodega relativamente nueva de nuestra comarca, esta situada en un maravilloso altillo con una de esas vistas donde dices el típico chiste de..
"Hasta donde alcanza la vista, es mío"

Y en cierto modo así es, porque si algo tiene La Rioja son lugares de calma, de sosiego, de paz, que simplemente con mirar al horizonte te sientes libre como un pajarillo.

Esa sensación, es la que siente uno paseando entre las viñas de Finca Los Arandinos.

Me encanto la mezcla entre hierro, cemento, azulejos hidraulicos (los baños impresionantes), cristaleras,  y vino por supuesto.




Tuvimos la suerte de que uno de los dueños nos explicase desde el nacimiento de la uva, la vid, el cuidado y mimo con que cuidan estos jugos y nos deleito con una magnifica cata de sus vinos donde aprendí muchísimas cosas. 


Es un pequeño hotel-bodega-spa donde perderse, evadirse y con el toque en la decoración de David Delfín.

La verdad es que muchas veces nos vamos fuera de nuestra provincia, pero estoy segura que en todas, tenemos pequeños rincones con encanto como este donde poder hacer una escapadita de relax, paz y romanticismo. 


Nosotros nos quedamos descansando, desconectando del mundanal ruido, y siendo, por unas horas, los dueños de donde hasta alcanza la vista.

Feliz Sábado ❤

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Esto de que el sol salga en sábado
motiva.