Se supone que estamos entrando en otoño, en nada el verano habrá acabado. Digo la estación, porque lo de las vacaciones en mi caso han tenido que esperar un poco mas. 

Aquí existe el entretiempo y la temperatura ambiente, es decir, entre 16-18 grados de media. Algún día mas caluroso alcanzó los 22, y todos achicharrados, cosa que no nos ha impedido disfrutar cada día como si fuera el ultimo, aquí nunca se sabe.


Pero dramas de temperaturas a parte, lo que no cambia es que antes oscurecía  a las 10:30 y ahora para las 8 ya se esta poniendo el sol. 

El otoño llega, y con el las hojas purpura en el suelo, los colores cobrizos, los abrigos de lana, el chocolate caliente... los churros... ¿los churros? Eso es hambre o morriña, pero volverán los churros también.

Tengo ganas de ver como son estos verdes prados en otoño, como son los bosques, como es la golden hour para tomar fotos.

Tengo ganas de leer un buen libro, de esos que no puedes soltar, que te erizan la piel y enervan las pestañas. De esos que se te olvida comer, beber, dormir y hacer más vida que la de sus personajes.

Tengo ganas de que se me cure el brazo, estar de baja es una mierda. Necesito coger un boli y escribir de mi puño y letra y dejar de usar la opción dictado para escribir. Creo que mejor cogeré un lápiz, uno bonito, de flores o gatitos. Uno sin punta. Para poder disfrutar con mis yemas de su tacto, del cambio brusco del estampado a la madera. Para poder sacarle punta con mis propias manos, oler su sonido, sentir su olor.

Quiero hacerme un montón de moños alborotados con cuatro pelos, quiero embadurnar mi cuerpo de suaves cremas hidratantes que dejen mi piel aterciopelada. De mascarillas faciales y exfoliantes corporales. Quiero que desaparezcan mis moratones.

Este otoño mis uñas serán granates, rojas, grises, rosas y de color nebulosa. Como la vía láctea o las estrellas lejanas. Preparare mis pies para que no vuelvan a ver la luz del sol hasta el próximo verano. Los cuidare y mimare para que el recuerdo de ellos mojados en la arena los mantenga sanos y deseosos de volver a llevar sandalias. Les pondré calcetines de lana, gorditos, acogedores, calentitos, para que no se sientan abandonados. 

Este otoño viene rápido, pero estaré preparada. 

Feliz Domingo 

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Lo de mis heridas es algo así como "Historia de una escalera" o
como volar a lo superman y fallar en el aterrizaje.